La Inteligencia Artificial (IA) es una tecnología que se está volviendo cada vez más popular en el mundo de la informática. Esta tecnología se utiliza para crear programas y aplicaciones que pueden realizar una variedad de tareas, desde la creación de contenido hasta la búsqueda de información. Sin embargo, como cualquier otra tecnología, la IA también puede usarse para fines maliciosos.

 

Un estudio reciente realizado por Check Point Research reveló que la plataforma de inteligencia artificial ChatGPT puede ser usada para crear códigos maliciosos. Esto significa que cualquier persona con recursos mínimos y conocimientos básicos de código podría explotar este programa para llevar a cabo ataques de ciberseguridad.

 

El estudio demostró que los ciberdelincuentes pueden diseñar correos electrónicos maliciosos, códigos y cadenas de infección completas con el uso de ChatGPT y Codex, herramientas de OpenAI. Esto les permitió diseñar un código capaz de descargar shells inversos, que son métodos de conexión remota para los ataques.

 

Además, los ciberdelincuentes tienen la capacidad de suplantar la identidad de una empresa de alojamiento y producir un VBA (Visual Basic for Applications) malicioso en un documento de Excel. Esto significa que un ciberdelincuente con los conocimientos adecuados podría tener acceso remoto a otros computadores.

 

Los expertos en ciberseguridad advierten que el uso de la IA para la creación de códigos maliciosos puede tener un gran impacto en el panorama de amenazas cibernéticas. Esto se debe a que la IA permite a los ciberdelincuentes generar contenido malicioso con una gran facilidad y rapidez.

 

Además, los investigadores también advierten que la data que se usa para crear estos programas de IA tiene un límite de tiempo. Esto significa que la data necesaria para crear contenido de alta calidad a través de estas plataformas puede terminarse en el año 2026. Esto significa que los ciberdelincuentes tendrán que buscar nuevas formas de crear contenido malicioso sin el uso de la IA.

 

En conclusión, el uso de la Inteligencia Artificial para la creación de códigos maliciosos es una amenaza real para la seguridad cibernética. Es importante que los usuarios se mantengan al tanto de los últimos avances en la tecnología de la IA y que estén conscientes de los riesgos que conlleva. Además, los usuarios deben asegurarse de que sus dispositivos estén actualizados con las últimas medidas de seguridad para protegerse de estos códigos maliciosos.